Una catástrofe o situación de emergencia (huracanes, inundaciones, terremotos, tsunamis, incendios, pandemias) puede ocurrir en cualquier momento y sin advertencia. Se recomienda que junto a los miembros de la familia y grupos de apoyo de la comunidad realices los preparativos con antelación para saber cómo enfrentar estas emergencias.
Nutrición en Emergencias
Ante una situación de emergencia uno de los miedos principales de muchas personas es que se rompan las cadenas de suministro de alimentos o de energía, por ejemplo con un apagón eléctrico o una falta de suministro de combustible. Dependiendo del tipo de emergencia, del lugar donde vivimos y los recursos disponibles, siempre se debe contar con alimentos almacenados para un mínimo de 10 a 15 días. La preparación de un plan de alimentación para emergencias requiere conocer de antemano el estado de salud, las necesidades nutricionales, dietas especiales y alergias de cada miembro de la familia o grupo a cargo.
Mi Plato para Emergencias en Puerto Rico cumple con las recomendaciones de política pública alimentaria incluidas en la Guía de Sana Alimentación y Actividad Física para Puerto Rico y MiPlato para un Puerto Rico Saludable. La ilustración facilita la planificación de comidas nutritivas de manera práctica. El modelo consiste de un plato de nueve pulgadas dividido en cuatro secciones y un círculo adyacente. Estas divisiones representan los cinco Grupos de Alimentos: Cereales y farináceos, Hortalizas (vegetales) y legumbres, Frutas, Alimentos proteicos y Lácteos.También se incorpora la recomendación de agua.
Al preparar comidas nutricionalmente balanceadas durante una emergencia debe incluir la siguiente variedad de alimentos:
Desayuno
Fruta (enlatada, empaques individuales o pouch), jugo 100% o néctar
Galleta, pan o cereal (caliente o listo para comer)
Alimento proteico (jamón enlatado, cheese spread o nueces)
Leche: UHT, ESL (Extended Shelf Life) o en polvo
Café instantáneo o chocolate en polvo
Agua
Almuerzo o cena
Alimento proteico (carne, pollo, pescado; legumbres o habichuelas enlatadas) • Arroz, papas, viandas o pan
Vegetales enlatados
Fruta (enlatada, empaques individuales o pouch), jugo 100% o néctar
Leche: UHT, ESL (Extended Shelf Life) o en polvo
Agua
Merienda
Fruta (enlatada, empaques individuales o pouch), jugo 100% o néctar
Galleta o barra de cereal (empacados listos para comer)
Cheese spread, mantequilla de maní, nueces, semillas
Agua
Para preparar y servir estas comidas se necesita el siguiente equipo:
Estufa de gas
Abrelatas de mano
Ollas y sartenes
Utensilios para cocinar y servir
Platos, vasos y cubiertos desechables
Preparación de la reserva de alimentos y suministros
Una vez que hemos elegido los alimentos que vamos a almacenar en nuestra despensa de emergencia, debemos organizarlos y mantenerlos adecuadamente para garantizar su conservación y su uso óptimo. Estos son algunos consejos para lograrlo:
Elige un lugar adecuado: Lo ideal es tener un lugar específico para guardar nuestra despensa de emergencia, que sea seco, fresco y oscuro. Puede ser un armario, un cajón en la cocina o en otra habitación. Coloca los alimentos y el agua alejados de químicos como detergentes, plaguicidas y combustibles (gasolina, gas, keroseno).
Sigue el método FIFO: El método FIFO (First In First Out) consiste en consumir primero los alimentos que se han comprado antes y dejar para después los ultimos alimentos que se han comprado. Así evitamos que se nos caduquen los alimentos más antiguos y aprovechamos mejor nuestra despensa.
Verifica periódicamente tu despensa: Revisa cada 3 a 6 meses los abastos. Verifica las fechas de expiración que aparecen en los empaques y consume con prontitud aquellos alimentos próximos a vencer.
Reponer tu despensa de emergencia: Compra y sustituye los productos consumidos para reponer la reserva.
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